La más reciente encuesta económica revela un consenso entre los analistas sobre la moderación de los precios y una política monetaria menos restrictiva en el horizonte, aunque persisten desafíos en componentes clave como los regulados.

- La proyección de inflación general para el cierre de 2025 se sitúa en 4,79% y para 2026 en 3,79%.
- La inflación de regulados es la que muestra mayor persistencia, con una expectativa de 5,88% para finales de 2025.
- Se espera que la tasa de intervención del Banco descienda desde un 9,02% en julio de 2025 hasta un 7,11% en diciembre de 2026.
- El tipo de cambio (TRM) se proyecta en $4.047 para julio de 2025 y $4.150 para diciembre de 2025, indicando estabilidad en niveles altos.
- La inflación subyacente (sin alimentos ni regulados) muestra una corrección más lenta que la inflación total, lo que sugiere presiones estructurales.
La más reciente Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República, realizada entre el 8 y el 10 de julio, dibuja un panorama de optimismo moderado para la economía. Los analistas del mercado financiero consolidan su visión de que tanto la inflación como las tasas de interés seguirán una trayectoria descendente durante el próximo año y medio. Sin embargo, el análisis detallado de los datos revela que el camino hacia la estabilización no estará exento de desafíos, con presiones inflacionarias que persisten en rubros específicos y una tasa de cambio que se mantendría en niveles elevados.
En este contexto, los resultados de la encuesta son una herramienta fundamental para entender el pulso del mercado. Las decisiones de inversión, consumo y ahorro de empresas y hogares se ven directamente influenciadas por estas proyecciones. Por consiguiente, comprender los matices detrás de los promedios es crucial para navegar el entorno económico que se avecina.
Proyecciones de Inflación: Una desaceleración gradual pero firme
El dato más esperado por el mercado, la inflación, muestra una clara tendencia a la baja en las expectativas económicas. Los expertos consultados proyectan, en promedio, que la inflación general cerraría el año 2025 en un 4,79%. Esta cifra, si bien aún por encima del rango meta de las autoridades monetarias, confirma que las medidas de la política monetaria restrictiva están surtiendo efecto.
De cara al futuro, la moderación continuaría, aunque a un ritmo pausado. Para diciembre de 2026, los analistas esperan una inflación del 3,79%, acercándose mucho más al objetivo de largo plazo. Esta desaceleración es una señal positiva que podría dar mayor margen de maniobra al banco central.
Análisis por Componentes: No toda la canasta se comporta igual
Al desglosar las proyecciones de inflación, surgen matices importantes. La inflación de alimentos es uno de los componentes que muestra una de las correcciones más significativas, pasando de una expectativa del 5,07% para finales de 2025 a un 3,56% para el cierre de 2026. Este factor es clave para el bolsillo de los hogares y su moderación tendría un impacto directo en el poder adquisitivo.
En contraste, la inflación de los bienes y servicios regulados (como servicios públicos y combustibles) se perfila como el principal foco de preocupación. Los analistas proyectan que este rubro cerrará 2025 en un 5,88%. Esto sugiere que los ajustes de precios administrados directa o indirectamente por el gobierno seguirán ejerciendo una presión al alza sobre el índice general.
Por su parte, la inflación subyacente, definida como aquella que excluye alimentos y regulados, también muestra una corrección más lenta. La expectativa la sitúa en 4,38% para 2025 y 3,62% para 2026, lo que indica que persisten presiones inflacionarias estructurales en la economía.
La Trayectoria de la Tasa de Intervención: ¿Cuándo llegará el alivio?
La evolución de la inflación es la principal variable que guía las decisiones sobre la tasa de intervención del Banco. En línea con la desaceleración de los precios, los analistas prevén un ciclo de recortes continuado y gradual en la tasa de política monetaria.
El consenso apunta a que la tasa, que se ubicaría en 9,02% en julio de 2025, descenderá de manera progresiva hasta alcanzar un promedio de 7,11% hacia diciembre de 2026. Esta reducción de casi 200 puntos básicos en 18 meses busca estimular la actividad económica una vez que la inflación esté más controlada.
Sin embargo, la encuesta económica también muestra que no hay unanimidad sobre la velocidad de los recortes. Para diciembre de 2026, las proyecciones oscilan entre un mínimo de 4,50% y un máximo de 8,75%. Esta dispersión refleja la incertidumbre sobre la persistencia de las presiones inflacionarias y los posibles choques externos que puedan afectar la economía.
Evolución del Tipo de Cambio (TRM): Volatilidad en un rango definido
Finalmente, las expectativas sobre la evolución del tipo de cambio apuntan a una relativa estabilidad, frente a lo observado a lo largo de este gobierno. Los analistas proyectan que la Tasa Representativa del Mercado (TRM) se ubicará en $4.047 en julio de 2025.
Posteriormente, se espera un ligero repunte, alcanzando los $4.150 para diciembre de 2025, para luego estabilizarse en torno a los $4.107/$4.127 en 2026. Estas proyecciones sugieren que el mercado no anticipa una apreciación significativa de la moneda local en el mediano plazo. Factores como el diferencial de tasas de interés con el exterior y la percepción de riesgo global seguirán siendo determinantes clave para el comportamiento de la divisa.
El panorama que dibujan las expectativas económicas es de una normalización gradual. La inflación y las tasas de interés se dirigen a la baja, pero el camino no será rápido ni uniforme. La persistencia de la inflación de regulados y la volatilidad del tipo de cambio son los principales riesgos a monitorear en los próximos meses, elementos que sin duda marcarán el ritmo de la recuperación económica.
Fuente: Banco de la República – Encuesta Mensual de Expectativas de analistas económicos (EME)