En julio de 1944, los representantes de 44 países se reunieron en Bretton Woods, New Hampshire, para crear un nuevo arreglo institucional que rigiera la economía internacional en los años de posguerra. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos coincidían en que la inestabilidad de la economía era uno de los causantes de la guerra y que debía prevenirse dicha inestabilidad.
El acuerdo, el cual fue desarrollado por los prominentes economistas John Maynard Keynes y Harry Dexter White, fue propuesto inicialmente por Gran Bretaña como parte del Lend-Lease Act, una ley americana diseñada para ayudar a la Gran Bretaña en sus esfuerzos de reconstrucción después de la posguerra. Después de varias negociaciones, el acuerdo final de Bretton Woods contenían los siguientes puntos:
- La creación de autoridades internacionales que promuevan el comercio internacional y la armonía económica.
- Fijas la tasa de cambio entre las diversas monedas del mundo.
- La convertibilidad entre el oro y el dólar estadounidense, de tal forma que esta moneda se convierta en la reserva monetaria mundial.
De los tres puntos solamente continúa aplicándose hoy en día el primero. Las instituciones creadas por el acuerdo de Bretton Woods son el Fondo Monetario Internacional (IMF), el Banco Mundial (WB) y el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio (GATT), las cuales existen todavía y juegan un papel crucial en el desarrollo y regulación de las economías internacionales. El IMF inicialmente ayudó a vigilar a que el precio fijado por el acuerdo de Bretton Woods, entre el oro y el dólar se mantuviera: USD$35 por onza. De igual forma fijo las tasas de cambio de las monedas internacionales mientras estuvo vigente el acuerdo.
Desde la finalización del acuerdo, el IMF ha trabajado conjuntamente con otra entidad creada por este acuerdo: el Banco Mundial. Juntos, han prestado asistencia y recursos a los países en vía de desarrollo, ayudándolos a desarrollar una infraestructura pública que permita su incorporación a la economía mundial. Con el fin de que estos países puedan acceder al mercado internacional en igualdad de condiciones frente a sus contrapartes desarrolladas, el IMF y el WB trabajan conjuntamente con el GATT.
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El acuerdo Bretton Woods estuvo en funcionamiento desde 1944 hasta 1971, cuando fue reemplazado por el Acuerdo Smithsoniano, un acuerdo internacional impulsado por el presidente norteamericano Richard Nixon con el fin de solucionar ciertos problemas que venían presentando el acuerdo de Bretton Woods. Desafortunadamente, este nuevo acuerdo presentaba el mismo problema estructural que el acuerdo anterior: aunque no incluía la convertibilidad del oro/dólar, si mantenía las tasas de cambio fijas, lo cual no se ajustaba al creciente déficit comercial de Estados Unidos y la necesidad por un dólar más débil. Como resultado este acuerdo tuvo una vida muy corta.
Eventualmente las tasas de cambio mundiales fueron determinadas por el mercado, donde la demanda y la oferta son los únicos factores que deciden su valor. Aunque esto generó, y aún genera, crisis cambiarias y una mayor volatilidad entre las monedas, esto ha permitido que el mercado se autoregule.
Quizás la mayor contribución del acuerdo de Bretton Woods, fue elevar el dólar estadounidenses a la categoría de moneda de intercambio mundialmente aceptada. Aunque hoy en día la libra esterlina es más fuerte que el dólar y el euro se ha convertido en un fuerte competidor, el dólar continua siendo la moneda preferida por los bancos centrales de todo el mundo para guardar sus reservas.